Jueces 16:28 "Entonces clamó Sansón a Jehová, y dijo: Señor Jehová, acuérdate ahora de mí, y fortaléceme, te ruego, solamente esta vez, oh Dios, para que de una vez tome venganza de los filisteos por mis dos ojos"
Los varones al igual que Sansón, necesitamos clamar a Dios por fortaleza, su fortaleza, no la que depende de nosotros, ni de nuestras capacidades, esa el la fuerza que nos hace marcar la diferencia y trascender.
- La fortaleza de un hombre no está en el ancho de sus hombros. Está en el tamaño de sus brazos cuando abrazan.
- La fortaleza un hombre no está en lo profundo del tono de su voz. Está en la gentileza que usa en sus palabras.
- La fortaleza de un hombre no está en la cantidad de amigos que tenga. Está en lo buen amigo que se vuelve de sus hijos.
- La fortaleza de un hombre no está en como lo respetan en su trabajo. Está en como es respetado en su casa.
- La fortaleza de un hombre no está en lo duro que puede golpear. Está en lo cuidadoso de sus caricias.
- La fortaleza de un hombre no está en su cabello o su pecho. Está en su corazón.
- La fortaleza de un hombre no está en las mujeres que ha amado. Está en poder ser verdaderamente de una mujer.
- La fortaleza de un hombre no está en el peso que pueda levantar. Está en las cargas que puede llevar a cuestas.
- Y por último, la verdadera Fortaleza de un Hombre no esta en confiar en sus propias Fuerzas. Está en poner su confianza en Dios.
Jeremías 17:7 "Bendito el varón que se fía en el Señor, y cuya confianza es Dios".
Los hombres tienen sobre sus hombros una carga, una tarea, una responsabilidad que cumplir, pero en el proceso: ¿Cuántos se han cansado alguna vez? , ¿Cuántos han llorado alguna vez? , ¿Cuántos han fracasado alguna vez?
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