Lección 5
Cómo
identificar la Iglesia del Señor
Nuestro tema es, Cómo iniciar la Iglesia de Cristo en donde
se encuentra. Si usted vive cerca de una congregación de la Iglesia del
Señor ¡es maravilloso! Pero si usted vive en algún área donde no existe la
iglesia, se necesita una allí. O si usted tiene que mudarse a un lugar donde no
se encuentra la iglesia, necesita establecer una allí. Usted puede ser la
persona que la inicie. Piense conmigo mientras consideramos muchas cosas que
pueden conducirlo a esto.
Para
ayudar a profundizar el conocimiento, consideremos en este momento como identificar la Iglesia del Señor.
Queremos dejar muy en
claro que usted puede definitivamente leer sobre la iglesia en la Biblia. No
solamente esta allí, sino que puede ser identificada con absoluta claridad. Existen
marcas de identificación que la distinguirá de los otros grupos religiosos. Por
ejemplo, si usted es miembro de alguna iglesia, o si ve iglesias alrededor de
usted, tome esas marcas de identificación que se encuentran en la Biblia y compárelas con la iglesia o la iglesia de
alguien más para determinar si es la
Iglesia de Cristo o una imitación.
Quizás quiera saber que diferencia hay entre ser miembro de una iglesia u otra. Quizás piensa
que la iglesia no es importante, que no salva, y que alguien puede ir al cielo
sin ser miembro de alguna iglesia. Eso suena bien y razonable, pero no lo es. ¿Por
que tendría el Señor que construir una iglesia, aun dar a Su vida por ella, si
no fuera importante, si una iglesia es tan buena como otra? Es verdad, la
iglesia no es el salvador porque la iglesia esta conformada de los salvos, pero
ya que Cristo es el Salvador de la iglesia, significa que una persona debe ser
miembro de la iglesia que Cristo para ser salva e ir al cielo.
Vayamos directamente
a la Biblia y estudiemos algunas de las marcas que identifican a la iglesia.
Habrá muchas que usted podrá ver.
Los profetas de Dios
hace mucho tiempo atrás hablaron de los días en que el Señor establecería Su
reino o iglesia. Isaías dijo, “Acontecerá en lo
postrero de los tiempos, que será confirmado el monte de la casa de Jehová como
cabeza de los montes, y será exaltado sobre los collados, y correrán a él todas
las naciones. Y vendrán muchos pueblos, y dirán: Venid, y subamos al
monte de Jehová, a la casa del Dios de Jacob; y nos enseñará sus caminos, y
caminaremos por sus sendas. Porque de Sión saldrá la ley, y de Jerusalén la
palabra de Jehová”. (Is. 2:2,3)
Joel habló estas
palabras, “Y después de esto derramaré mi Espíritu sobre
toda carne, y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros ancianos
soñarán sueños, y vuestros jóvenes verán visiones. Y también sobre los
siervos y sobre las siervas derramaré mi Espíritu en aquellos días” (Joel
2: 28,29)
Luego Daniel agregó,
“Y en los días de estos reyes el Dios del cielo levantará un
reino que no será jamás destruido, ni será el reino dejado a otro pueblo;
desmenuzará y consumirá a todos estos reinos, pero él permanecerá para siempre”
(Dn. 2:44)
¿Qué estaban
diciendo estos profetas de Dios? Estaban hablando del momento en que se establecería el Reino
Espiritual de Dios o la iglesia. Ésta seria edificada en Jerusalén y desde allí
la palabra de Dios se esparciría al mundo entero. Vendría con el poder del
Espíritu y nunca seria destruida, sino que permanecería para siempre. Esto se
cumplió en Jerusalén (Hch. 2) cuando se estableció la Iglesia a través de la
dirección del Espíritu Santo y desde allí el evangelio fue llevado al mundo.
Aquel día se edificó la iglesia, ha
existido y se mantendrá por siempre.
Jesús dijo que Él construiría Su
iglesia (Mt. 16:18), y así lo hizo con la ayuda de los apóstoles. Él había
prometido enviar al Consolador, o Espíritu Santo, sobre ellos para y guiarlos a
la verdad (Jn. 16:13). Justo antes de que retornara al cielo con el Padre, les
dijo, “No os toca a vosotros saber los tiempos o las
sazones, que el Padre puso en su sola potestad; pero recibiréis poder,
cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en
Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra”. (Hch.
1: 8) Y así fue.
Leemos en Hechos 2
que la iglesia fue establecida en la ciudad de Jerusalén. Como mencioné
anteriormente, los profetas de Dios habían nombrado a la ciudad de Jerusalén como
el lugar donde sería establecido el Reino del Señor o Iglesia. Se dijo también
que la palabra del Señor saldría desde esta ciudad. Cristo dijo a Sus apóstoles
“Así está escrito, y así fue necesario que el Cristo
padeciese, y resucitase de los muertos al tercer día; y que se predicase en su
nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones,
comenzando desde Jerusalén. Y vosotros sois testigos de estas cosas”
(Lc. 24: 46-48) Después que Pedro y los apóstoles predicaron a un gran número
de personas en Jerusalén, y que estas preguntaron que deberían hacer, Pedro les
dijo, “Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros
en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del
Espíritu Santo” (Hch. 2: 38). Aproximadamente tres mil personas
obedecieron y el Señor añadió los salvos a Su iglesia.
También leemos en
Hechos 2 que el evangelio fue predicado por primera vez que la
iglesia de nuestro Señor fue establecida en el primer Pentecostés después de la
resurrección de Cristo. Pentecostés se celebró
el primer día de la semana y ocurrió aproximadamente en el año 33 d.C.
Los apóstoles
recibieron el poder del Espíritu Santo para guiarlos en toda la verdad,
haciendo posible que realizaran milagros para convencer a las personas que ellos
eran de Dios, y para hablar en lenguas a las personas reunidas allí (Hch. 1: 8;
Hch. 2: 1-4, 9)
La iglesia fue
constituida por los salvos, debido a que Cristo añadió los salvos a la iglesia (Hch
2: 42, 47). Como tal era el cuerpo espiritual de Cristo, con Cristo mismo como
su cabeza. Hablando de Cristo, Pablo dijo, “y él es
la cabeza del cuerpo que es la iglesia, él que es el principio, el primogénito
de entre los muertos, para que en todo tenga la preeminencia” (Col. 1:18). También, lea Ef. 1: 22, 23 y Ef.
5: 23.
La iglesia fue
comprada con la sangre de Cristo, Pablo
dijo a los ancianos de la iglesia de Éfeso, “Por
tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha
puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Señor, la cual él ganó por su
propia sangre” (Hch. 20:28). Luego en otra ocasión, él dijo, “porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es
cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador” (Ef. 5:23). Si Cristo murió por la iglesia, y
Él es su salvador, eso quiere decir que Cristo le atribuyó a ésta una gran importancia.
Se dice que Cristo
es el fundamento de la iglesia. Después de que Pedro y los apóstoles confesaron
que Él era el Hijo de Dios, Cristo respondió diciendo que iba a edificar Su
iglesia sobre la verdad o la roca, la roca era Él mismo (Mt. 16:18). Pablo
dijo, “Porque nadie puede poner otro fundamento que
el que está puesto, el cual es Jesucristo” (1 Co. 3:11). Pedro
se refirió a Cristo como la piedra angular (1 P. 2: 1-8).
Tanto la iglesia
como sus miembros llevan el nombre del Señor. La salvación no esta en ningún
otro nombre (Hch. 4:12). Al referirse a las congregaciones que conforman la
iglesia, estas son llamadas iglesias de Cristo (Ro. 16:16) La iglesia es
conocida como la iglesia del Dios (Hch. 20:28) y con otros nombres descriptivos
que honran al Señor. Sus miembros son llamados cristianos (Hch 11: 26; 26: 28;
1 P. 4: 16).
Las condiciones para
ser admitido se declaran una y otra vez en el libro de Hechos, al leer los diferentes casos de conversión.
Al escuchar el evangelio, las personas creyeron en Dios y en Cristo, se
arrepintieron de sus pecados, confesaron a Cristo como el Hijo de Dios, y
fueron bautizados para el perdón de sus pecados (Hch. 2: 38; 2: 47).
Como cristianos,
ellos adoraron al Señor, permanecieron fieles a Él con la promesa que Cristo
volvería un día por Su iglesia (Ef. 5:27; 1 Tes. 4: 15-18).
Vemos así que la
iglesia puede ser identificada con claridad en las Escrituras. ¿Cómo puede
ubicar la iglesia del Señor hoy? Usando estas mismas marcas de identificación.
Una iglesia puede proclamar ser del Señor, pero si no tiene estas marcas, no lo
es. Si no hay una congregación de la iglesia en donde esta, usted puede empezar
una enseñando la palabra de Dios y convirtiendo a otros.
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