I. La ciudad de Filipos
A. Filipos era una ciudad de Macedonia, una colonia romana (Hech. 16:12, "Filipos, que es la primera ciudad de la provincia de Macedonia, y una colonia", es decir, colonia romana.
B. Fue la primera ciudad en el continente Europeo que oyó el evangelio. Pablo predicó aquí después de ver la visión del hombre de Macedonia, Hech. 16:9. Hech. 16:12-40 narra los eventos de la estadía de Pablo, Silas, Timoteo y Lucas en Filipos, durante el segundo viaje evangelístico, alrededor del año 51 ó 52 d. de J. C.
C. En esta ciudad las primeras personas que se convirtieron eran mujeres. "Y un día de reposo salimos fuera de la puerta, junto al río, donde solía hacerse la oración; y sentándonos, hablamos a las mujeres que se habían reunido. Entonces una mujer llamada Lidia, vendedora de púrpura, de la ciuidad de Tiatira, que adoraba a Dios, estaba oyendo; y el Señor abrió el corazón de ella para que estuviese atenta a lo que Pablo decía... fue bautizada, y su familia" (Hech. 16:13-15).
C. En esta ciudad las primeras personas que se convirtieron eran mujeres. "Y un día de reposo salimos fuera de la puerta, junto al río, donde solía hacerse la oración; y sentándonos, hablamos a las mujeres que se habían reunido. Entonces una mujer llamada Lidia, vendedora de púrpura, de la ciuidad de Tiatira, que adoraba a Dios, estaba oyendo; y el Señor abrió el corazón de ella para que estuviese atenta a lo que Pablo decía... fue bautizada, y su familia" (Hech. 16:13-15).
D. En Filipos sucedió el primer conflicto que se registra entre el evangelio y los paganos, y fue esta la primera vez que Pablo compareció ante un tribunal romano. A Pablo y Silas les azotaron "públicamente sin sentencia judicial, siendo ciudadanos romanos" (véanse Hech. 22:25-28; 25:10) y les echaron en la cárcel (Hech. 16:37), pero a consecuencia de esto se oye en esta ciudad por primera vez en labios de gentiles la pregunta "Señores, ¿qué debo hacer para ser salvo?" (Véase Hechos 2:37; 9:6). La pregunta fue hecha por el carcelero. "Le hablaron la palabra del Señor a él y a todos los que estaban en su casa. Y él, tomándolos en aquella misma hora de la noche (a media noche, ver. 25), les lavó las heridas; y en seguida se bautizó él con los suyos" (Hech. 16:30-34).
II. La iglesia
A. Esta congregación tuvo comunión con Pablo en la predicación del evangelio desde que principió su obra para evangelizarlos (Fil. 1:5; 2:25-30; 4:14-18).
B. Había lazos fuertes e íntimos entre ellos; se preocupaban los unos por los otros (1 Cor. 12:25).Toda la carta indica claramente que Pablo sí los tenía en su corazón (1:7).
III. Epafrodito era el mensajero de esta iglesia
A. Su trabajo fue llevar la ayuda enviada a Pablo y traerles esta carta y otra información acerca de Pablo. Durante el tiempo que Epafrodito estuvo en Roma, era fiel compañero de Pablo. Este hermano se enfermó y estuvo "a punto de morir" (2:27); "por la obra de Cristo estuvo próximo a la muerte" (2:30). Pero "Dios tuvo misericordia de él" y de todos, y él pudo regresar a Filipos.
B. De lo que se revela sabemos que los hermanos de Filipos se dieron cuenta de que Pablo estaba en Roma como preso y que se preocupaban por él; que Epafrodito había llevado la ayuda que la iglesia envió a Pablo; que de alguna manera se dieron cuenta de que Epafrodito se enfermó gravemente, y que éste se dio cuenta de la preocupación de los hermanos por él. Por esta causa Pablo quería que regresara a Filipos y que llevara esta carta. Acerca de este mensajero Pablo dice, "Así que le envío con mayor solicitud, para que al verle de nuevo, os gocéis, y yo esté con menos tristeza. Recibidle, pues, en el Señor, con todo gozo, y tened en estima a los que son como él" (2:28,29).
IV. La fecha: Esta carta fue escrita durante el encarcelamiento de Pablo en Roma, aproximadamente en el verano u otoño del año 61 d. de J. C.
V. En esta carta Pablo no habla de apostasía como en la carta a las iglesias de Galacia
A. No había grandes irregularidades como las que había en Corinto.
B. No tuvo que combatir ningún desorden serio como en las cartas a Tesalónica (algunos no trabajaban).
C. Sin embargo, era necesario darles advertencias acerca de los judaizantes (3:1,2), y también exhortar a dos hermanas que, aunque eran miembros activos y buenos en la congregación, tenían algún desacuerdo o desavenencia entre ellas y esto amenazaba la paz y unidad de la misma.
VI. El tema de gozo
A. La carta a los filipenses contiene las mismas exhortaciones encontradas en las otras cartas, y amonestaciones acerca de falsos hermanos, pero no hay otra carta que hable tanto de gozo y regocijo. Pablo usa estos términos repetidas veces.
B. Es una carta de mucho optimismo, de gratitud (a Dios y a los filipenses), de confianza en Cristo y de paz y contentamiento aun en un ambiente muy adverso.
C. Esta iglesia estaba pasando por pruebas (1:27-30); por lo tanto, la actitud de Pablo le servía como buen ejemplo a seguir. Según esta carta el gozo se encuentra en la gratitud (1:3); en participar con otros en evangelizar (1:3; 2:25; 4:15,16); en el amor sacrificial (1:7,9, 2:17); en escoger lo bueno (1:10,11); en vencer obstáculos para hacer que la obra del Señor avance (1:12-14); en defender sin temor el evangelio (1:27,28); en la unidad (2:1-4); en ocuparnos en nuestra salvación (2:12); en llevar una vida irreprensible (2:14-16); en dejar todo por Cristo (3:7-8); en olvidar lo pasado y proseguir hacia la meta (3:12-14); en vivir sin afán (4:6,7); en llevar una vida de paz y contentamiento (4:7-13); en una palabra, en llevar una vida preparada (1:21-23; 3:20,21).
VII. Otro tema muy importante en esta carta es la vida en Cristo: 1:19-21, Cristo es nuestra vida; 2:5, Cristo es nuestro ejemplo; 3:8-10, Cristo es nuestra esperanza; y 4:13, Cristo es nuestra fuerza.
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