I. El tema de la carta: El tema central de esta carta es la preeminencia de Cristo, 1:15-20; 2:2, 3, 9, 18, 19.
II. Recuérdese que en Éfeso Pablo estaba "discutiendo cada día en la escuela de uno llamado Tiranno
A. Así continuó por espacio de dos años, de manera que todos los que habitaban en Asia, judíos y griegos, oyeron la palabra del Señor Jesús" (Hech. 19:9, 10); "Pero estaré en Efeso hasta Pentecostés; porque se me ha abierto puerta grande y eficaz, y muchos son los adversarios" (1 Cor. 16:8, 9). Durante este tiempo muchos de los habitantes de esa área oyeron el evangelio.
B. En esta carta a los colosenses Pablo habla también de las iglesias de Laodicea y Hierápolis (4:13, 15, 16). En esta carta habla del ministerio de Epafras (1:7, 8; 4:12, 13), y de Tíquico, un "fiel ministro y consiervo en el Señor" (4:7), y de Arquipo, "Mira que cumplas el ministerio que recibiste en el Señor" (4:17). La iglesia había sido bien instruida (2:6).
III. Pablo no conocía a los colosenses
A. Cuando Pablo escribió esta carta, los de Colosas y Laodicea, no habían visto su rostro (2:1); por eso, se concluye que él no había predicado personalmente en estos pueblos, pero él se refiere a otros hermanos que sí habían colaborado con ellos.
B. Epafras estuvo con él ("os saluda Epafras, el cual es uno de vosotros", 4:23). Probablemente a través de él Pablo se enteró de algunos errores doctrinales que se habían enseñado en Colosas (2:8-23) y escribe esta carta para refutarlos. Compárese Hech. 20:28-31; parece que "los lobos rapaces" ya habían llegado. Enseñaban "otro evangelio" (Gál. 1:6, 7; 1 Tim. 1:3; 4:1-4; 6:3-5; 2 Tim. 1:13, 14; 2:14-18; 3:1-7, 13-17; Tito 1:9-11; Tito 3:9-11; 2 Ped. 2; Judas).
IV. "Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías (su filosofía, LBLA) y huecas sutilezas" (2:8). La herejía de Colosas era una mezcolanza del judaísmo y el gnosticismo incipiente que enseñaba que la salvación es por medio del conocimiento, no del evangelio puro, sino de ciertos misterios inventados por los hombres ("su filosofía y vanas sutilezas", 2:8). El término gnósticos significa los que conocen.
V. Algunas creencias del gnosticismo (había muchas diferencias entre los gnósticos):
A. Que había dos Dioses: un Dios inferior llamado Demiurgo, el Dios del Antiguo Testamento que creó el universo, y un Dios superior (el Ser Supremo) que ofreció salvación al mundo. Algunos decían que el Dios del Nuevo Testamento era el Ser Supremo, pero otros decían que aun el Dios del Nuevo Testamento era inferior al Ser Supremo. La literatura judaica producida unos dos siglos antes de Cristo enfatizaba la absoluta majestad y soberanía del Dios Supremo sobre el mundo y la existencia de seres intermediarios entre el Ser Supremo y la humanidad y, por eso, la aceptación de conceptos no bíblicos de la creación. Los gnósticos escribieron sus propios libros acerca de la creación, como también otros "evangelios" y otras epístolas. Los seres intermediarios o emanaciones se llamaban la pleroma. Se decía que Cristo era uno de estas emanaciones, que aunque fuera una de las más altas, o la más alta, no era única, sino simplemente una emanación del Ser Supremo. La más baja de las emanaciones se llamaba Demiurgo o Creador. Por lo tanto, enseñaban que el Padre de Jesucristo, el Dios de los cristianos, era muy inferior al Dios Supremo, y que las Escrituras del Dios de los cristianos eran inferiores a la revelación (la gnosis) del Ser Supremo.
B. Los gnósticos creían que había dos fuerzas eternas, el bien y el mal (esta filosofía se llama el dualismo), y que la fuerza del mal creó el universo. Enseñaban que el pecado no existía en el corazón, sino en la materia o el cuerpo. Para ellos la redención era la liberación del espíritu del cuerpo material. La resurrección del cuerpo era enfáticamente negada. La salvación venía por medio del conocimiento (gnosis) impartido por el Redentor. La humillación del redentor consistía en dejar el mundo de luz para bajar a nuestro mundo para recoger los espíritus encarnados o atados en la materia.
C. Creían que este redentor no podía tener un verdadero cuerpo (1 Jn. 4:1-3). Que "el Verbo fue hecho carne" tenía que ser "explicado" para que significara otra cosa. Esto fue hecho de distintas maneras: (1) que Cristo tenía un cuerpo fantasmal (que cuando caminaba, no dejaba huellas), que en realidad no nació, y que no sufrió en la cruz; (2) que Jesús sí era un ser humano ordinario sobre el cual el divino Cristo vino en el bautismo y del cual salió antes de la crucifixión; o (3) se hacía una distinción entre un Cristo celestial y un Cristo terrenal.
D. Los gnósticos tenían varios sacramentos: (1) bautismo en agua; (2) bautismo por el Espíritu; (3) bautismo por fuego; (4) ungimiento con aceite; (5) una cena, etc.
VI. La influencia del gnosticismo sobre el cristianismo fue muy grande, porque la iglesia adoptaba sus formas externas: (1) usaba sus formas de pensamiento; (2) usaba su nomenclatura (o vocabulario); (3) reconocían (a su modo) a Cristo como el Salvador del mundo; (4) imitaban los sacramentos de la iglesia (apóstata); (5) profesaban ser una revelación esotérica (secreta) de Cristo y los apóstoles; (6) producían un número de libros apócrifos (evangelios, epístolas, revelaciones). Por lo tanto, aunque el gnosticismo era diametralmente opuesto al cristianismo, con este camuflaje lograba engañar a muchas personas porque pasaba como una refinación del cristianismo. Aun llegó a reclamar ser el único verdadero cristianismo, apartado sólo para los elegidos (los gnósticos, los conocedores).
VII. "El cristianismo fue influenciado por el gnosticismo por lo menos de siete maneras: (1) En medio de la confusión general introducida por los gnósticos, la iglesia estaba obligada a establecer ciertas normas que los que querían ser cristianos tenían que aceptar. Estas normas incluían El Credo Apostólico... y el Oficio Apostólico, o sea el Episcopado histórico. (2) La defensa de la fe cristiana llevó a la formación de los dogmas cristianos, expresados en la terminología filosófica del día. (3) El énfasis gnóstico sobre los misterios, himnos espirituales, e impresionantes ritos inducía a más primorosos servicios litúrgicos en las iglesias. (4) El dualismo gnóstico y su odio de la materia pavimentaba el camino para el ascetismo cristiano, lo cual en turno llevaría a la vida monástica. (5) Los seres intermediarios de los gnósticos pavimentaban el camino para los Santos en la Iglesia Católica. Obsérvese la posición relativa de Sofía y la Virgen María en los dos sistemas. (6) La división superficial de la humanidad en los dos grupos de los elegidos y los no elegidos pavimentaba el camino para la doctrina de la predestinación. (7) Aunque condenado por la iglesia, el movimiento gnóstico ha continuado viviendo hasta el día de hoy". (Estos datos acerca de las creencias gnósticas se hallan en "History of the Christian Church" por Lars P. Qualben).
VIII. "El aire estaba lleno de religiones de misterio...
A. Estos nuevos maestros profesaban un nuevo pensamiento con una concepción del mundo que intentaba explicarlo todo sobre la suposición de que la materia era inherentemente mala, y que el buen Dios sólo podía tocar la malvada materia por medio de una serie de eones ("eón. En el gnosticismo, inteligencia eterna emanada de la divinidad suprema", Larousse) o emanaciones ("emanación. Fig. Expresión, manifestación", Larousse) tan alejadas de ella como para impedir la contaminación divina y sin embargo con suficiente poder como para crear la mala materia ... cuando los gnósticos (los que conocen) abrazaron el cristianismo ... le aplicaron a él la teoría que sostenían acerca del universo.
B. Se dividieron en dos facciones acerca de Cristo. Los gnósticos docetistas (de dokeo, parecer) mantenían que Jesús no poseyó un verdadero cuerpo humano, sino sólo un cuerpo fantasmal. Que era en realidad un eón, no poseyendo una humanidad real. Los gnósticos cerintios (seguidores de Cerinto) admitían la humanidad del hombre Jesús, pero afirmaban que el Cristo era un eón que sobrevino sobre Jesús en su bautismo en forma de paloma y que lo abandonó en la cruz ... Así , Colosenses parece escrita para nuestros propios días, cuando tantos intentan privar a Jesucristo de su deidad" (ATR).
C. Por ejemplo, los testigos del Atalaya dicen que Cristo no era el Dios Todopoderoso, sino "un dios" inferior; ellos son, pues, politeístas (profesan servir a dos dioses). Algunos de mis hermanos en Cristo enseñan que cuando Cristo vino a la tierra se despojó a sí mismo de sus atributos (a veces dicen que no los tenía y a veces dicen que no los usaba, que viene siendo lo mismo). Desde luego, si aquí en la tierra Cristo no hubiera tenido los atributos de Dios, entonces los testigos tendrían razón al proclamar que El no es Dios, sino "un dios". Todos estos se unen con los gnósticos para despreciar la Deidad de Cristo.
IX. "Los gnósticos defendían una variedad de posturas acerca de las cuestiones morales, como también sucede en la actualidad entre los hombres. Había los ascetas con unas normas rigurosas, y el elemento licencioso que rompía todas las barreras para la carne, mientras que pretendían que el espíritu mantenía una estrecha relación con Dios" (ATR).
A. Los ascetas buscaban la comunión con Dios por medio de la soledad, las visiones y experiencias extáticas. La palabra monje viene de la palabra griega monachos, soledad. Los monjes viven en monasterios, hacen votos del celibato, del silencio, del rechazo de familia, y de las posesiones personales. Pablo dice que "Tales cosas tienen a la verdad cierta reputación de sabiduría en culto voluntario, en humildad y en duro trato del cuerpo; pero no tienen valor alguno contra los apetitos de la carne" (2:20-23); más bien promueven toda forma de carnalidad. De esta herejía Pablo habla también en 1 Tim. 4:1-4.
B. Otros gnósticos enseñaban que el espíritu no era afectado por los hechos del cuerpo y, por eso, promovían el libertinaje. Creían que su comunión con el Ser Supremo los elevaba muy arriba de los asuntos terrenales y que, por eso, su conducta personal no importaba y la consecuencia era que practicaban la borrachera, la fornicación y toda forma de vida disoluta. Esta herejía se condena en muchos textos. Véanse, p. ej., 2 Tim. 3:1-5; 2 Ped. 2; Judas, Apoc. 2:14, 15, 20.
X. Recuérdese que para estos falsos maestros Cristo era simplemente una de las supuestas emanaciones (pleroma). Con toda fuerza y claridad, pues, Pablo escribe de la grandeza y preeminencia de Cristo; que, en lugar de ser una emanación, "en él habita toda la plenitud (pleroma) de la deidad corporalmente" (2:9).
XI. Es obvio que tales errores estaban mezclados con algunos aspectos del judaísmo (2:11-17).
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