Agradó a Dios salvar a los creyentes por la locura de la predicación, no es un substituto para un púlpito fuerte en el edificio de la iglesia. Mucho depende del púlpito. Si el programa educacional es fuerte y vibrante, entonces tendremos ánimo desde el púlpito.
Si los miembros están creciendo espiritualmente y han sido inspirados y levantados en su adoración, ellos necesitan oír un mensaje del púlpito, calculado para ese fin. Un púlpito débil, hostil, o insensible, puede destruir más en cuestión de minutos que lo que tomo construir en muchas horas de dedicada labor.
El elevador va en dos direcciones
Recuerda, hablando del crecimiento de la iglesia, el elevador va en dos direcciones. No solo es posible un crecimiento hermoso y solido, sino que también es posible entrar en decadencia. Congregaciones que una vez fueron fuertes han caído, y esto por que un púlpito débil recibió la responsabilidad.
Aquí tenemos algunas historias para ilustrar este punto. En estos casos históricos han sido borrados los nombres, por su puesto para proteger al culpable.
Consideremos el caso A
Aquí esta una congregación localizada en una zona residencial de una de nuestras ciudades en el Sun Belt. Las personas son de clase media con buenos trabajos y hogares estables. La congregación ha experimentado un excelente crecimiento, y un nuevo edificio ha sido construido. Los 400 asientos en el auditorio fueron llenados en toda su capacidad. Sin embargo, la congregación no tubo cuidado de ver que el púlpito estaba llenado por un hombre que era solido en la fe, quien era sensible, quien era sincero y positivo en su acercamiento, y la caída comenzó a darse. Cuando el nuevo predicador llegó, el arregló que uno de sus amigos viniera a la reunión. El evangelista visitante fue esencialmente negativo en su actitud, hostil en su disposición, y realmente un “pleitista”. El sabían bien como arañar la piel y echarle sal encima. Un comentario fue hecho por un viejo predicador, dijo, que la congregación estaba teniendo dolores crecientes y realmente estaba progresando, por lo cual el viejo predicador replico, “Después de una reunión evangelística, no deberían haber más dolores crecientes”.
La predicción fue profética, puesto que probó la verdad. Por tres años el predicador continúo martillando con su negativa y hostil acercamiento. Los miembros empezaron a retirarse lentamente. Llego a ser tan radical, varios fueron borrados por fallar en atender a los servicios de los miércoles en la noche, y claro el descenso alcanzo proporciones epidémicas. Además el predicador se vio envuelto en una relación adultera con la esposa de uno de los diáconos, y junto con la inefectiva, radical y negativa predicación, estaba el escándalo. Esto sello la condenación de la congregación, y en razón de algunos meses mas estaba en grados bajo cero. De una asistencia de 400 a una completa aniquilación en razón de solo unos dos cortos años. El edificio fue vendido y fue convertido en un garaje. Esto se levanta como un monumento para lo que puede pasar con una floreciente y prospera congregación.
Consideremos el caso B
La congregación en el caso B esta también localizada en una ciudad en el Sun Belt. Esta en una de las secciones de crecimiento rápido del estado y en una de las áreas de crecimiento rápido de la nación. La congregación tiene un púlpito fuerte, es activa y una locación ideal es adquirida. Un hermoso edificio es construido, la asistencia es de aproximadamente 300, y el futuro es brillante. Sin embargo un error es cometido al contratar a un predicador para llenar el púlpito. El había sido entrenado en una escuela en la que enfatizaban mucho en lo negativo, y este es el caso en el que “un pequeño conocimiento es una cosa peligrosa”.
Su actitud es hostil y negativa, y el púlpito resuena con denuncias sueltas para todos sobre cualquier cosa. Aquellos que asisten son absorbidos por aquellos que no vienen. Ellos se fueron decepcionados y desanimados, y lo inevitable comenzó a pasar. Los miembros se están retirando. Semana tras semana, mes tras mes, el predicador negativo continúa. El predicador es honesto y sincero. El realmente cree que el problema es que la congregación simplemente no puede recibir la verdad, así que el intensifica sus esfuerzos. La asistencia continúa cayendo, y en cuestión de meses la congregación esta tan caída que no puede pagar el salario del predicador. Finalmente el predicador renuncia. Desafortunadamente la congregación esta tan débil espiritual y financiera mente que corre el riesgo de perder el edificio. Se emprende una búsqueda para encontrar alguna congregación que pueda apoyar el trabajo por el tiempo que dure el recuperarse y vuelva a hacerse capaz de auto sostenerse, su futuro esta en duda.
Consideremos el caso C
Ahora, notemos otra congregación en una ciudad similar. La congregación tiene 150 miembros y una relativa buena locación, los ancianos son afortunados asegurarse del servicio de un joven quien es talentoso y dedicado. El es un excelente orador y tiene un gran acercamiento con la iglesia. Parecido a Bernabé, el es un exhortador y animador. El púlpito es positivo, feliz y poderoso. Los miembros se van cada domingo sintiéndose que han adorado, y están preparados para ir afuera y vivir por el Señor durante la semana que viene. La asistencia en la clase bíblica empieza a crecer, y los servicios de adoración incrementan. Tres años más tarde la congregación ha doblado su tamaño. Esta viviendo en paz y armonía, han alargado su presupuesto en misiones y para su trabajo en el cuidado de los pobres. El evangelio esta siendo predicado en simplicidad y pureza, y con un espíritu de amor, cuidado y preocupación. Los miembros están emocionados acerca del futuro, y planes de largo alcance son hechos para construir un nuevo edificio en un nuevo lugar. Los hombres del púlpito no recibe todo el crédito, pero nosotros estamos seguros que el efectivo, dinámico y solido púlpito ha tenido mucho que ver en el trabajo y ha hecho posible el avance.
Yo he observado a través de un periodo de muchos años, que las congregaciones que crecen tienen un púlpito fuerte. El púlpito debería tener un tono de amistad, amor, calor, y lealtad a la palabra de Dios, o podría tener un tono seco, sin brillo y no interesante, o incluso distante, aburrido y negativo.
Cuando tu encuentras una congregación con un aire de emoción sobre sus servicios, con miembros llenos de gozo y amor unos por otros, tu encuentras una congregación que esta ansiosa por mostrar el evangelio y ver a otros salvarse. Cuando tú ves una congregación que tiene un programa de educación que es activo y efectivo, detente a mirar el púlpito. Tú encontraras que es prominente mente positivo, que es alentador y fuerte. No hay substituto para un púlpito fuerte, leal, fiel, solido y sensible, si la congregación esta creciendo.
Por supuesto que el pecado debe ser condenado, y el púlpito debe corregir y reprender, pero hay algo que recordar “exhorta con toda paciencia y doctrina” (II Ti 4:2). Esto no debe ser olvidado “todas vuestras cosas sean hechas con amor” (I Co 16:14).
Muchos años atrás yo escuche de una congregación que miraba por un predicador y dos hombres vinieron de visita. En el primer domingo, un hombre vino y predico acerca de Lázaro y el hombre rico (Lucas 16). El era un hombre educado, un excelente orador, he tenia una buena presencia en el púlpito, buen inglés, y predico que Lázaro fue al cielo que el hombre rico fue al infierno, justo como la Biblia enseña. El segundo domingo, otro hombre vino. El, asimismo, tenia una buena postura, educado, tenia un buen dominio del idioma inglés, y el predico que el hombre rico estaba en el infierno y Lázaro en el seno de Abraham, justo como la Biblia habla.
Sin embargo los ancianos unánimemente seleccionaron al primer hombre para ser el predicador y le dieron el trabajo. Un miembro joven inquirió a los sabios ancianos sobre como es ellos tomaron la decisión. Bueno ambos hombres eran bien educados, ambos hombres eran oradores efectivos, ambos hombres tenían una excelente presentación en el pulpito, ambos hombres predicaron el mismo sermón, y ambos hombres predicaron la verdad, ¿Cómo ellos habían logrado tomar una unánime decisión?
“Mi joven amigo”, replico uno de los ancianos, “aquí esta la razón”. El segundo hombre predicó que Lázaro fue al cielo y que el hombre rico fue al infierno. Pero él predicó al hombre rico con la actitud de yendo al infierno como si eso fuera bueno para el. Ahora, el primer hombre dijo la misma verdad, pero cuando el hablo acerca del hombre rico lo hizo como si él estuviera perdido, esto fue con la actitud de oh, que trágico y triste, como, con el corazón roto este hombre no pudo conocer al Señor y el camino de la justicia, y de la misma forma que Lázaro, disfrutar de paz y eterna bendición en el seno de Abraham”.
Muchas veces la diferencia entre una congregación que crece y resplandece y una que declina y se detiene, es, el púlpito que predica a Lázaro yendo al cielo, y al hombre rico yendo al infierno, con gran gozo por Lázaro y con el corazón roto por el hombre rico. No hay substituto para un púlpito fuerte que predica la verdad en amor, compasión y entendimiento.
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