Texto: Salmo 32:1-2
“Bienaventurado aquel cuya
transgresión ha sido perdonada, y cubierto su pecado. Bienaventurado el hombre
a quien Jehová no culpa de iniquidad, y en cuyo espíritu no hay engaño”
Introducción:
A.
Todo el
mundo quiere ser feliz, es seguro que tu estimado radio escucha también estés
buscando con ansias ¡Ser feliz!
B.
El
hombre en su “sabiduría” ha empleado ingeniosos métodos y múltiples esfuerzos
para lograrlo (las riquezas, diversiones, placeres sexuales, drogas, fama o
popularidad, etc.); sin embargo tristemente los medios a los que acude no lo
satisface; se ha logrado hallar un camino a la luna, pero aun no a la
felicidad. Grandes progresos en todos los campos, pero aun no a la felicidad.
C.
Te
pregunto estimado amigo ¿Eres feliz?, ¡Si la respuesta es no!, déjame decirte
que debes, necesitas, superar los siguientes obstáculos. Porque jamás lo serás,
si ellos continúan afectando tu vida.
La transgresión a la ley de Dios
(v.1a)
A.
Dios ha
establecido leyes físicas y morales.
1.
Las leyes físicas son aquellas que rigen
sobre la naturaleza, son los fenómenos
naturales que se repiten constantemente dadas ciertas
condiciones necesarias, por ejemplo siempre que se tire una piedra al aire,
esta caerá nuevamente a la tierra; o que el sol salga todos los días por el
Este y se ponga por el Oeste, o que ciertas áreas geografías sean más propensas
a los desastres naturales que otras, etc.
2.
Las leyes
morales, estas se pueden dividir en
dos:
a.
Las leyes
de la conciencia son aquellas que rigen la vida social del hombre, son
aquellos principios de ética que forman parte de la conciencia del bien y del
mal en el hombre, no necesariamente por tener un trasfondo religioso, sino
porque es parte intrínseca de su personalidad, el apóstol Pablo habla de esto
en (Ro 2:11-15) por ejemplo los incas tenían un código moral que decía, “Ama Sua” ¡No robar!, “Ama Kquella” ¡No ser perezoso!,
“Ama Llulla” ¡No mentir!,
y la violación a estas, están provocado los terribles problemas de la sociedad
moderna.
b.
Las leyes
escritas en la Biblia, estas son las leyes dadas para un pueblo especifico
en el Antiguo Testamento al cual todos conocemos como Israel, el salmista nos
dice: “Ha manifestado sus palabras a Jacob, Sus
estatutos y sus juicios a Israel. No ha hecho así con ninguna otra de las
naciones; Y en cuanto a sus juicios, no
los conocieron…” (Sal
147:19-20). Estas leyes tuvieron como propósito hacerlo un pueblo santo, por
medio del cual Dios pudiera enviar a su hijo para redimir a todas las naciones,
Moisés escribió: “Porque tú eres pueblo
santo para Jehová tu Dios; Jehová tu Dios te ha escogido para serle un pueblo
especial, más que todos los pueblos que están sobre la tierra.” Y cuando llego el tiempo Dios envió a su
hijo nacido bajo la ley y nacido de mujer quien al dar cumplimiento completo a
todo el sistema legal judío, estableció su nuevo pacto, uno en el que todos los
hombre pueden tomar parte, sujetos al nuevo sistema legal que el mismo
instituyo, sistema legal al cual todo hombre debería estar sujeto hoy, el cual
encontramos establecido en el Nuevo Testamento.
c.
Dios nos pedirá cuentas en el día del juicio final
por la observancia de las leyes morales (Ro 14:10-12).
B.
Es
imposible estimados oyentes, transgredir cualquiera de estas leyes y ser feliz,
ignorarlas no es la solución, la justicia humana no acepta la ignorancia de la
ley como excusa de un delito cometido, por lo tanto Dios de igual manera actúa
para con nosotros; cuando queremos ignorar todo y especialmente las leyes
divinas, traemos a nuestras vidas consecuencias que no solo afectan a nuestra
vida como individuos sino a todos los que están a nuestro alrededor.
C.
El rey y
salmista David es ejemplo de esta práctica y por lo consiguiente de los
resultados terribles que resultaron de un momento de debilidad (II Sam 11:1-26 se
nos narra sobre su pecado con Betsabé); Sin embargo el reconocimiento de su condición
lo llevo a ser testimonio vivo de que la felicidad es fruto de nuestra relación
constante y disciplinada con nuestro Dios (II Sam 12:1-25 La amonestación y
arrepentimiento de David).
Si dejamos al
descubierto el pecado (v.1b)
A.
“Y oyeron la voz
de Jehová Dios que se paseaba en el huerto, al aire del día; y el hombre y su
mujer se escondieron de la presencia de Jehová Dios entre los árboles del
huerto. Mas Jehová Dios llamó al hombre, y le dijo: ¿Dónde estás tú? Y él
respondió: Oí tu voz en el huerto, y tuve miedo, porque estaba desnudo; y me
escondí” (Ge 3:8-10). Como Adán y Eva, también para el hombre moderno es
muy incomodo verse desnudo ante los ojos de Dios, por que ciertamente nuestra
culpabilidad se hace manifiesta ante la santidad de Dios y mientras más
pecadores y malvados nos vemos más nos queremos esconder de su presencia,
buscamos refugio en nuestra propia sabiduría y en los que nosotros creemos que
nos dará satisfacción pero aun esta allí nuestra culpabilidad, con el peso de
conciencia por haber infringido las leyes de Dios y nos seguimos escondiendo,
buscamos “hojas de higuera” para cubrirnos pero ¡Sorpresa! Aun seguimos
desnudos ante la presencia de Dios, las hojas de higuera nos muestran que no es
posible por medios humanos tapar nuestros pecados de la vista de Dios.
B.
Hay creyentes y personas que tratan de esconder
sus pecados, esto no es posible, lo único que puede cubrirlos para siempre es
la sangre de Cristo Jesús (I Jn 2:1-2, I Pe 1:18-19).
C.
La palabra dice que la sangre de Jesucristo su
hijo nos limpia de todo pecado.
Ser víctima
del sentimiento de culpa (v.2a)
A.
El problema de la culpa está frecuentemente
entre los pacientes que acuden a los siquiatras y sicólogos.
B.
La culpa es un sentimiento interno que es
expresado a través de la conducta o sea del comportamiento humano, y es un
martillo recordatorio, una sombra que nos sigue de día y de noche. Daña la
mente y el cuerpo, recuerda el pasado y oscurece el futuro.
C.
Nos aleja de la luz y nos lleva a la obscuridad,
no es problema psicológico, sino espiritual y su razón de ser esta en (Ro 3:23)
“Por cuanto todos pecaron y están destituidos de
la gloria de Dios”.
D.
Se
ofrecen muchas soluciones hoy a través de la ciencia, la filosofía, la
astrología y otros medios para acallar la conciencia y dormirla para evitar
continuar en este estado, el proverbista nos dice: “Huye el impío sin que nadie lo persiga; Mas el justo
está confiado como un león” (Pr
28:1).
E.
Pero la
única solución es rendir nuestra vida a los pies de Jesús, y nos mas resistencia.
Normalizar nuestra relación con Dios es la solución, porque es el único que trae paz a
nuestro ser interior, Jesús nos dice “Mi paz os dejo, mi paz os doy, yo no la doy
como el mundo la da” (Jn 14:27). La paz de Cristo, que es la que imparte en
nuestra vida, sobrepasa todo entendimiento, y es por eso que aunque hayan
situaciones difíciles, el cristiano está confiado como un león, porque su
confianza, seguridad, y fortaleza, esta puesta y viene de Cristo.
Si nos engañamos a nosotros mismos (v.2b)
A.
¿Es
posible engañarse a sí mismo?
B.
Muchas
veces el autoengaño, es producto de querer acondicionar situaciones pecaminosas
para acallar la conciencia que es el sensor que nos indica el mal y el bien; si
tu conciencia te reprende, mayor es Dios, el dador de la conciencia.
C.
También
es producto de tantas excusas, que las llegamos a creer y nos impiden obedecer
la voz de Dios.
D.
El
hombre pecador se engaña, creyendo encontrar otros medios de salvación fuera de
Cristo, la Biblia, la palabra de Dios nos dice: “En ningún otro hay salvación, porque no hay otro nombre debajo del cielo
dado a los hombres en el cual podamos ser salvos” (Hch 4:12), el único es Jesucristo.
E.
El
sacrificio fue hecho para toda la humanidad, sin distinción de raza,
nacionalidad, color, tamaño, credo religioso, etc.
F.
El
creyente se engaña al pretender triunfar en la vida cristiana sin la ayuda de
Dios.
Conclusión:
A.
Dios no
tiene la culpa de que usted no sea plenamente feliz, todos los elementos
necesarios para lograrlo, están a disposición de cada ser humano, el manual
para la felicidad está en la Palabra de Dios, depende de usted seguir las
indicaciones acertadas.
B.
¿Por qué
no se decide por una relación con Cristo Jesús, con el salvador?, ¿Por qué no
renuevas tu relación espiritual con Dios?
C.
La
felicidad esta en tus manos: ¡Tus transgresiones pueden ser perdonadas, con tus
pecados cubiertos, sin el peso de la culpa y con un espíritu sin engaño!
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