TEXTO: Lucas 5: 1-11
INTRODUCCIÓN:
A. Jesús encargó a sus apóstoles a hacer discípulos de todas las naciones. Bautizándolos bajo su autoridad (Mt 28:18-19). Enseñándoles a observar lo que Él ordenó (Mt 28:20). ¿Es usted un discípulo de Jesucristo?
B. La forma de pensar de un discípulo se muestra en el llamamiento de Pedro. Cuando Jesús estaba enseñando en el Mar de Genesaret (Mar de Galilea Lc 5:1-3). Cuando Jesús llamó a Pedro para echar las redes (Lc 5:4-5). Cuando Jesús llamó a Pedro para dejar su red (Lc 5:10-11). ¿Se dio cuenta la mentalidad de un discípulo de Jesús?
[Veamos la mentalidad de un discípulo al señalar]
I. LA DISPOSICIÓN DE PEDRO DE HACER LA PALABRA DE DEL SEÑOR
A. Al tirar la red.
1. Jesús instruyó a Pedro para que tirara la red (Lc 5:4).
2. Pedro no pensaba que haría ningún bien (Lc 5:5a), ellos habían estado pescando toda la noche, y no habían pescado nada, ¿No debería un pescador saber más sobre la pesca que carpintero? Sin embargo, Pedro dijo: "No obstante en tu palabra echare la red." (Lc 5:5b), a pesar de que no creía que iba a funcionar, a pesar de que era un desafío al sentido común.
3. El resultado de hacer la palabra del Señor (Lc 5:6-8), la captura fue abrumadora para una red, incluso para las dos barcas, Pedro reconoció su pecaminosidad. Aquí vemos la mentalidad de un discípulo: "No obstante en tu palabra..."
B. Al dejar sus redes.
1. Él y sus compañeros de trabajo, se maravillaban de su éxito (Lc 5:9-10a).
2. Jesús confortó a Pedro y, a continuación, él y sus socios fueron llamados a seguirlo (Lc 5:10b-11), a pesar de que no creía que pudiera ser alguien bueno ( "¡Yo soy un hombre pecador, Señor!"), a pesar de que significaba dejar tras de sí un negocio exitoso y aun a la familia (Pedro dejó a su esposa (por el momento Lc 4:38; Lc 18:28; 1 Co 9:5, Santiago y Juan dejaron a su padre (Mt 4:21-22). Sin embargo, dejaron todo y le siguieron!
3. El resultado de hacer la palabra del Señor. El Señor los llamó a un servicio aún mayor (Lc 6:13-14), recibirían recompensas aún mayores (Lc 22:28-30). Esa es la mentalidad de un discípulo: "No obstante en tu palabra...".
[Pedro, junto con Santiago y Juan, nos ilustran la actitud que debe caracterizar a un discípulo de Jesús: una voluntad de hacer lo que dice el Señor, sin importar el costo, incluso cuando no entendemos por qué…]
II. NUESTRA DISPOSICIÓN PARA HACER LA PALABRA DE DIOS
A. Al hacernos discípulos suyos.
1. No podemos pensar que no podemos hacer nada bueno, podríamos pensar que somos demasiado pecadores, pero Jesús llama a los pecadores (Lc 5:8,32), incluso el peor de los pecadores puede servirle (I Co 6:9-11).
2. Estamos para seguirle por encima de todo (familia, trabajo, casa), Jesús tiene que estar antes de la familia, incluso que la casa (Lc 14:26; cf. Mt 10:37; Lc 9:23-26), Jesús tiene que estar antes del trabajo (Lc 14:16-24).
3. Para aquellos dispuestos a seguirle, las recompensas son grandes, ¡En este tiempo recibiremos mucho más! (Lc 18: 28-30a), ¡En el tiempo venidero, la vida eterna! (Lc 18:30b). ¿Tenemos la mentalidad para convertirnos en un discípulo ("más en tu palabra lo haré")?
B. Al ser sus discípulos.
1. El Señor nos puede pedir que hagamos cosas que no creemos que funcionarán, tal como hacer tesoros en el cielo, en lugar de la casa (Lc 12:15-21), tal como buscar primero el reino de Dios (Lc 12:22-34; cf. Mt 6:33).
2. El Señor nos puede pedir que hagamos cosas que no entendemos. ¿Por qué ser bautizados para la remisión de nuestros pecados? (Mc 16:16; Hch 2:38), ¿Por qué observar la Cena del Señor en el primer día de la semana? (Hch 20:7), ¿Por qué no dejar al congregarnos? (He 10:25), ¿Por qué se le ordena cantar, y no tocar instrumentos? (Ef 5:19; Col 3:16), ¿Por qué a las mujeres no se les permite responsabilidades públicas en el culto? (I Co 14:34-37), ¿Por qué las iglesias no deben ser recargados por las responsabilidades familiares? (I Ti 5:16).
3. Para aquellos que están dispuestos a obedecerle, las recompensas son grandes. Nuestro trabajo no es en vano (I Co 15:58), podemos mirar hacia la gran recompensa que esta adelante ("heredarán el reino" cf. Mt 25:34; II Pe 1:11).
4. ¿Es nuestra mentalidad ser un discípulo ("más en tu palabra lo haré")?
CONCLUSIÓN:
A. ¿Está dispuesto a convertirse en un discípulo de Jesús? ¿Haciendo caso a su llamado a seguirlo? ¿Poniéndolo antes de la familia, trabajo, la casa?
B. ¿Está dispuesto a adoptar la mentalidad de un discípulo? ¿A obedecer la Palabra del Señor? ¿Aun cuando pueda parecer inútil o poco razonable?
C. A pesar de que puede desafiar el sentido común, podemos decir "Sin embargo en tu palabra"
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